El pasado día 29 tuvo lugar una nueva embestida de la izquierda de Alcorcón contra la Libertad de Enseñanza en nuestra ciudad. Esta vez el aquelarre, dirigido por el PSOE de Cascallana y sus asociaciones afines, consistió en la creación de una fantasmal Plataforma a favor de la Escuela Pública.
Sus falaces argumentos parten de un supuesto peligro en que se encontraría la enseñanza pública en la Comunidad de Madrid y, por tanto, en Alcorcón.
La mentira es descarada y bastarda, como sucede habitualmente en estos ataques de la izquierda madrileña, y responde a la oposición del Equipo de Gobierno a la concesión por parte de la Consejería de Educación de un colegio concertado en el Ensanche Sur a la Fundación Educatio Servanda en un terreno de la Comunidad de Madrid.
Cascallana está empeñado en la desaparición de la escuela concertada en Alcorcón y por eso ha llegado a pedir, en el colmo de la insensatez, la retirada del concierto a algunos colegios de nuestra ciudad por el mero hecho de que defienden modelos educativos que no son del agrado del Alcalde.
La tentación totalitaria es superior a sus fuerzas. Cascallana quiere imponer un modelo educativo unificador y doctrinario, que anula o incluso desprecia los valores del humanismo cristiano, que son lo que defienden y con los que se identifican la mayoría de los padres españoles.
Y a Cascallana se han unido las asociaciones de izquierda, los sindicatos de clase, el Consejo Municipal de Educación, los representantes de PSOE e IU en las juntas de distrito y en los distintos órganos participativos de la ciudad; las asociaciones manejadas por los acólitos de Cascallana, la izquierda parasitaria de Alcorcón, que vive de las prebendas (subvenciones, cargos de confianza, concesiones, etc.) que el senador tiene a bien conceder y para quienes los ciudadanos son secundarios.
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