lunes, 28 de marzo de 2011

Visita Guiada al CREAA

Cascallana sabe que su mandato en Alcorcón se agota con esta legislatura, sabe que el resultado del psoe en las elecciones está abocado al fracaso, y en una medida desesperada, en una huida hacia adelante ha decidido algo que probablemente sea la gota que vaya a colmar el vaso de la paciencia de los vecinos. Ha decidido hacer visitas guiadas al CREAA. Es tal su afán por vender esta monstruosa obra que, a muchos meses de su finalización, ha decidió organizar visitas para las asociaciones y colectivos de Alcorcón. El objetivo no es otro que tratar de convencerles de algo que no tiene defensa ninguna. A nadie le gusta el CREAA. Cascallana impuso el CREAA a costa del sacrificio de un gran parque y una biblioteca dedicada a Joaquín Vilumbrales, alcalde del Partido Popular, que parecía molestar a los socialistas y que derribaron para construir un circo que nadie quiere. Y en mitad de la obras, algunos días con lluvia, se cita a los colectivos en grupos de 25 personas para mostrar el monstruo de hormigón, aún sin terminar, que ocupa el espacio que antes ocupaba una de las zonas verdes más emblemáticas de la ciudad. Y como estas visitas guiadas son el colmo del despropósito hay que hacer un seguro nominal a cada visitante porque las obras siguen mientras los ciudadanos visitan las instalaciones a medio hacer, lo que evidentemente puede suponer un peligro contra la integridad de los visitantes. Y es que el CREAA es el resultado del capricho personal del Alcalde, de su deseo, de su gusto personal: “me gusta el circo, pues me hago uno”. El pasado martes en un encuentro con los vecinos de Viñagrande David Pérez se preguntaba qué hubiese pasado si al Alcalde socialista le gustasen los barcos, ¿habría construido un puerto? Y es que el CREAA no responde a ninguna petición vecinal, no es la demanda de ningún colectivo. Nadie le ha manifestado a David que el CREAA cubra ninguna carencia que tuviese este municipio, ningún vecino se lo ha pedido, ningún vecino ha dicho que sea una infraestructura necesaria para el municipio. Cabe preguntarse cuántos problemas que afectan a esta ciudad se hubieran podido solucionar con los 180 millones de euros que ha costado esta obra. En primer lugar se podrían arreglar los desperfectos de los colegios que llevan años esperando. ¿Cuántos puestos de trabajo se podrían haber conservado en aquellas empresas que han tenido que reducir personal porque el ayuntamiento no les paga sus facturas? Cada día es mayor el clamor que pide un cambio en Alcorcón, tanto es así que ya hemos pasado del cambio necesario a la ilusión por el cambio.

miércoles, 16 de marzo de 2011

El cambio necesario

Este es el deseo que han trasladado los vecinos al candidato y futuro Alcalde de Alcorcón durante los últimos meses; es la descripción del sentimiento general que tenemos los habitantes de este municipio tan castigado por el gobierno socialista de Cascallana. Y David Pérez ha decidido acompañarse de estas tres palabras para que todos sepan que ha escuchado y que sabe perfectamente lo que Alcorcón necesita: un cambio, una nueva manera de hacer política, y esa manera no es otra que la de estar al lado de los vecinos, escuchando y atendiendo sus peticiones. Sin despilfarros, sin gastos innecesarios.
Durante muchos meses David Pérez ha recorrido cada calle de la ciudad, cada comercio, cada parque y ha podido comprobar cómo los alcorconeros no sienten que sus principales necesidades municipales estén siendo atendidas por el gobierno municipal. Cascallana con sus obras faraónicas ha despilfarrado el dinero que los vecinos quieren que sea para mejorar las condiciones de sus barrios, para que haya más limpieza, más seguridad, para que no les sigan subiendo los impuestos; en definitiva, quieren que sus gobernantes bajen a pie de calle y les escuchen. Y eso ahora no se está produciendo. Este gobierno gestiona de espaldas al ciudadano centrado en un delirio de gestión en el que sólo importa el ladrillo y el acero de las grandes construcciones que han terminado por arruinar el ayuntamiento. Es la filosofía de Tomás Gómez: "Quiero para Madrid lo mismo que Zapatero para España" y eso es lo que está haciendo Cascallana con Alcorcón, lo mismo que Zapatero con España: llevarla a la ruina.
David viene dando muestra de que escuchar es algo que sabe hacer; ha estado con colectivos vecinales, culturales, con hosteleros, empresarios así como con los ciudadanos anónimos que le han hecho llegar esas pequeñas necesidades de arreglar baches, aceras, reponer farolas, tener una mayor limpieza, más plazas de aparcamiento en superficie... cosas cotidianas pero que hacen ciudad y la devuelven al vecino.
David Pérez está con los alcorconeros, por eso quiere para Alcorcón lo mismo que Esperanza Aguirre para Madrid.