“Pa crisis la que yo me sé”Con la sutileza que la caracteriza, Natalia de Andrés dejaba claro con esta frase campechana y rotunda que la crisis económica que atraviesa España, y que nos atraviesa a todos, no es nada comparada con la que ella se sabe, es decir, la que, según ella, atraviesa el Partido Popular. La efervescencia precongresual del PP, no obstante, tiene fecha de caducidad en si misma, es decir, el próximo 22 de junio, en cuanto acabe el congreso que se celebrará ese fin de semana en Valencia. No así la crisis económica en la que está envuelto el país, la que durante la campaña electoral nos ocultó el PSOE, con Zapatero, el Señor de la Crisis, a la cabeza, y a la que ahora llaman recesión a ver si el enfermo mejora ocultándole el mal que le aqueja.
Así las cosas, el Pleno comenzó con una cascada de datos económicos bien seleccionados con los que el Gobierno municipal quería demostrar que en Alcorcón las cosas están mejor que en el resto de Comunidad de Madrid. La controversia se produce cuando los socialistas se atribuyen todo el mérito e intentan dejar en mal lugar al Gobierno de Esperanza Aguirre. Los populares, como les corresponde, sacan su cuarto a espadas para dar la cara por el Ejecutivo de la Puerta del Sol. En definitiva, el guión ya escrito de un Cascallana que usa el Pleno del Ayuntamiento de Alcorcón para hacer la oposición a Esperanza Aguirre que sus correligionarios no hacen, o no saben hacer, en la Asamblea de Vallecas.
Tuvo sus momentos de tensión de la buena el Pleno cuando se trató el tema del Urbanismo porque ésa ha sido durante mucho tiempo la tierra en la que el PSOE ha sembrado sus mentiras más insensatas. Es mentira, por ejemplo, que los sucesivos gobiernos de Cascallana hayan hecho algo por Fuente Cisneros, algo que no sea cargarse el plan diseñado en la legislatura 99-03, sin ofrecer ninguna alternativa. Es mentira que Cascallana sea ajeno a la instalación de una nueva gran superficie comercial en Opción porque fue él quien aprobó una modificación puntual del PGOU para cambiar el uso de ocio por comercial. Es mentira que el Gobierno municipal del PP regalara un terreno municipal al Opus Dei para construir dos colegios porque ese suelo tenía sus legítimos propietarios que lo vendieron a quien les pareció más oportuno. Es mentira que, en su época de concejal de Urbanismo, Fernando Díaz incumpliera la ley al permitir un 10% de vivienda pública en Fuente Cisneros en vez del 50% que tanto cacarea el alcalde y sus comparsas porque ese era suelo urbano desde que lo aprobó en enero de 1999 un Gobierno municipal cuyo primer teniente de alcalde se llamaba, y se llama, Enrique Cascallana Gallastegui. Y es mentira que la incertidumbre provocada en el Ensanche Sur por la suspensión de pagos de dos constructoras esté resuelta con una readjudicación de las correspondientes porque no han contado los responsables de Emgiasa con las posibles implicaciones judiciales que tiene esta decisión una vez iniciado el concurso de acreedores.
Como siempre, la lana que decían los antiguos; el parné, que dicen los castizos, tuvo su momento estelar en este pleno primaveral con la propuesta presentada por el Equipo de Gobierno para solicitar un crédito de legislatura por valor de 22 millones de euros. Con la que está cayendo, el Gobierno de Cascallana no ha encontrado otra receta para contrarrestar la crisis que aumentar el endeudamiento municipal.
¿Crisis, qué crisis?
Pepiño Blanco cuando era joven
