(La Vicepresidenta criticó la Sanidad madrileña al mismo tiempo que recortaba su financiación)
En la edición del viernes, 3 de octubre, El Periódico de Catalunya publicó un editorial titulado Límites a la autonomía, en el que se valora el anuncio de la vicepresidenta del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, de modificar la ley para que las transferencias del Estado a las comunidades autónomas destinadas a financiar la sanidad sean finalistas, es decir, que no puedan dedicarse a otra cosa más que a financiar la sanidad.
Como quiera que el editorialista, en su argumentación, parece dar por verdaderas las falsas acusaciones que De la Vega dirige al Gobierno de la Comunidad de Madrid acerca de la situación de la sanidad madrileña, quisiera aclarar a los lectores de El Periódico algunos puntos a este respecto.
En primer lugar, cuando la Comunidad de Madrid exige al Gobierno de la nación que desembolse los 418 millones de euros que adeuda a la esta autonomía en concepto de anticipo de la participación en los tributos recaudados por el Estado en el 2008, no está solicitando una dádiva, ni tampoco está pidiendo ningún tipo de auxilio: está reclamando una deuda reconocida por el Estado y, por ello, presupuestada por el Gobierno de la Comunidad de Madrid. Una deuda que el Gobierno de Rodríguez Zapatero y de De la Vega se niega a pagar. Por tanto, acusar a la Comunidad de Madrid de mala gestión, de falta de inversión, de deterioro intencionado de la sanidad madrileña o de intenciones privatizadoras por reclamar lo que se nos debe a los madrileños no son más que excusas y calumnias de mal pagador. Lo que sí es una auténtica "desfachatez" -calificativo dirigido, por cierto, por la vicepresidenta a la Comunidad de Madrid- es que De la Vega, con tal de no pagar lo que debe, acuse a este Gobierno autonómico de mala gestión y de no invertir en la sanidad madrileña.
En segundo lugar, y como prueba de la falsedad de las acusaciones de De la Vega -que ya no sabe cómo justificar la asfixia intencionada y el trato sectario y discriminatorio al que el Gobierno socialista viene sometiendo a los madrileños y a la Comunidad de Madrid desde que accedió al Gobierno de España- ahí están los ocho nuevos hospitales y los 56 nuevos centros de salud que la Comunidad ha construido y puesto en servicio en solo una legislatura. Un récord de inversión en sanidad que ninguna otra comunidad autónoma, particularmente las gobernadas por los socialistas, puede exhibir ni de lejos. Y ahí está también la reducción de las listas de espera quirúrgica a un máximo de 30 días, otro logro del que ninguna autonomía de España puede presumir hasta ahora. Y eso aun a pesar de que el Gobierno de Rodríguez Zapatero no ha dado a la Comunidad de Madrid ni un solo euro adicional para financiar la atención sanitaria a la que tienen derecho 1,2 millones de madrileños, que es el incremento de población que ha experimentado la Comunidad desde 1999.
Estos logros al servicio de la calidad de la atención sanitaria en la Comunidad de Madrid son absolutamente indiscutibles, porque están a la vista de todo el mundo y porque los madrileños se benefician de ellos todos los días. Y la prueba de que los madrileños aprecian y valoran el esfuerzo de la Comunidad de Madrid para elevar la calidad de la sanidad madrileña es la aplastante victoria del PP en la Comunidad de Madrid en las elecciones autonómicas del 2007 (algo que, por cierto, incluso reconoce la ponencia marco del 11° congreso del Partido Socialista de Madrid). Por es, porque estos logros son absolutamente indiscutibles, porque la sanidad pública madrileña es y seguirá siendo, mientras yo sea presidenta de la Comunidad de Madrid, universal, gratuita y cada vez de mayor calidad, y porque el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero es incapaz de cumplir su palabra y de pagar sus deudas, el único recurso que les queda a De la Vega y al Partido Socialista es el de la mentira y el de la descalificación arbitraria y gratuita.
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